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Showing posts from December, 2018

Surfeando el asfalto

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© Marketing to China Los surfistas del asfalto o del andén , los skateboarders, son una raza que tiene adrenalina en vez de hemoglobina en las venas. Esta raza vive en una constante búsqueda de situaciones extremas pues de lo contrario morirían deprimidos sobrellevando el tedio de la existencia, la cotidianidad y la rutina. Es por eso que esta raza surca las calles de las ciudades en busca de retos qué superar montados en sus patinetas: tablas de siete a nueve capas de madera con una lija en la capa superior para brindar agarre sobre trucks  metálicos y ruedas de pasta o goma. Esta raza sabe rodar mejor que caminar. L@s skaters se desplazan vadeando obstáculos que a los ojos de un peatón no son más que gradas, barandas, paredes, colinas, monumentos y andenes. Además, skater que se respete ya conoce su ciudad como el vientre de su patineta y sabe cuáles son los mejores spots para montar. Pero no sólo eso, sino que son exploradores incansables de nuevos lugares dónde ...

Brazadas a mar abierto

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Los Acantilados Blancos de Dover — Foto de  Jpellgen Las competencias a nado abierto comprenden pruebas de 5, 10 y 25 kilómetros, y tan sólo la prueba de diez hace parte del programa olímpico. Pero los migrantes sirios, libaneses, palestinos y subsaharianos se enfrentan a distancias de mínimo 13,3 km en el Estrecho de Gibraltar hasta cientos de kilómetros en todo el mediterráneo sin saber nadar. Cuando Michael Phelps corta el agua con su patada de delfín y sus brazadas de remo vikingo, uno como espectador se atribuye sus capacidades natatorias y con un bufido displicente da a entender que aquello podría hacerlo en cualquier momento. Así mismo no impresiona tanto el logro del colombiano Daniel Restrepo quien alcanzó la primer medalla olímpica juvenil de natación  para la nación el 14 de octubre del 2018 con sus clavados en Buenos Aires—sucesor de Orlando Duque que no demora en lanzarse desde los Acantilados Blancos de Dover, aunque quizá sería mejor lanzar a Ivá...

Deportiva Reflexión No. 3 - ¡Ay, mi Cali!

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Bandera de Colombia Vivo en Cali, Colombia. Aquí en  La Capital de la Salsa  se baila como Pelé dominaba la pelota: con sabor, clase, soltura y seguridad. Aquí se come empanada de forma maratónica y se toma Póker como si se tratara de una competencia de comida. Aquí se pasa la sed del cansancio con un guarapo o un cholado y se reanima el espíritu trasnochado por el aguardiente de caña con caldo de costilla o de gallina acompañado de una aguapanela helada. Aquí la gente utiliza el  Mirá, Ve  para indicarle a alguien que oiga y escuche, o para llamarle la atención a alguien, o para demostrar sorpresa, o como simple muletilla para darle aire al pensamiento, y el Oís para cerciorarse de que hubo comprensión. Aquí las mujeres son verdaderas flores, como dice la canción, pero no cualquier flor, sino orquídeas, lotos, dalias, tulipanes, rosas blancas, rojas y negras, girasoles, claveles y carnívoras, y encima de eso, son coquetas—simpáticas—como jaguaras en c...

Reflexión sobre escribir las reportivas

T odo comenzó un marzo—quizá un junio o un octubre—en la Universidad del Valle, mientras observaba a unos adolescentes jugar bobito colectivo durante su entreno de fútbol en la cancha uno del Centro Deportivo Universitario (CDU). Yo estaba en la gradería ahumando las ideas, cuando vi la acción que detonó lo que más tarde se convertiría en este espacio: primero, un muchacho le gritaba desesperadamente a su compañero que le pasara el balón porque estaba libre, pero el compañero no le pasó el balón y además lo perdió. Al perderlo, el muchacho pegó un grito en el cielo, manoteó prosopopéyicamente, y culpó a su compañero de agalludo y le dijo "¡Nohoo, aj, este man! ¡Te dije que me la pasaras! ¡Aj, si me la hubieras pasado!" Seguido, por andar de espaldas al juego y distraído en el alegato, el muchacho no se dio cuenta que su equipo recuperó el balón casi que de inmediato, y no fue sino voltearse para ver que el balón venía hacia él. Cuando tuvo el balón en sus pies le sucedió lo ...